Pastelería tradicional
El Alma de nuestros productos
Dulces
La pastelería tradicional asturiana se caracteriza por el uso de ingredientes cotidianos, pero de gran calidad, procedentes en su mayoría de la propia tierra. La mantequilla artesanal, elaborada con leche de vaca fresca, es uno de los pilares de muchas recetas, aportando cremosidad y un sabor inconfundible a dulces como las casadiellas o los mantecados de Avilés.
Los huevos frescos son otro elemento esencial, responsables de la esponjosidad, el color dorado y la consistencia de bizcochos, rosquillas de anís. La harina de trigo se emplea como base para la mayoría de masas, combinándose con azúcar para lograr el punto justo de dulzor y textura.
La leche entera y la nata de origen local son imprescindibles en postres cremosos como el arroz con leche, cuyo aroma se potencia con canela y corteza de limón. En otras elaboraciones, se añaden frutas frescas de la región, especialmente manzanas, muy presentes en la gastronomía asturiana.
Los frutos secos, sobre todo las nueces, tienen un papel destacado, aportando sabor y textura a rellenos y coberturas. Estos ingredientes, unidos a recetas transmitidas de generación en generación, conforman la esencia de una pastelería que conserva intacto el sabor de Asturias.
Salados
La tradición pastelera asturiana también se refleja en nuestras elaboraciones saladas, como nuestras empanadas artesanas. Destaca la empanada de atún y pisto, con un relleno jugoso elaborado con verduras frescas y un sofrito casero que potencia su sabor. La empanada de jamón y queso combina el punto salado y suave del mejor jamón con la cremosidad de quesos seleccionados, logrando un bocado irresistible. Y para los paladares más gourmet, nuestra empanada de cecina y queso de cabra ofrece un contraste exquisito: el aroma intenso de la cecina curada se funde con la untuosidad del queso, creando una experiencia única que conquista desde el primer corte.
